En plena temporada de verano en la pequeña población costera de Fjällbacka, un niño descubre el cadáver de una turista alemana cruelmente torturada. Muy cerca, la policía encuentra los esqueletos de dos mujeres desaparecidas hace veinte años.
La joven pareja formada por la escritora Erica y el detective Patrik disfrutan de unas merecidas vacaciones. Erica está embarazada de ocho meses y el calor sofocante del verano vuelve especialmente difícil este último mes de gestación. La última cosa que necesitan ambos es un nuevo caso de asesinatos, pero el malhumorado comisario Mellberg incluye rápidamente a Patrik en los acontecimientos. Sorprendentemente todos terminarán descubriendo que todas las víctimas tenían alguna relación con el predicador Ephraim Hult y su particular familia…

• Erica Falck: Una escritora de poco renombre procedente de un pueblecito costero de Suecia. Su vida cambia cuando regresa a este lugar y encuentra antiguos amigos del pasado. Erica tiene una personalidad bastante definida, no es una mujer presumida o que quiere aparentar algo que no es.
• Patrick Hedström: Un policía en una comisaria de pueblo. Tiene que convivir con sus compañeros incompetentes pero su carácter paciente y bastante desenfadado se lo permite. Es perspicaz y bueno haciendo su trabajo.

"El estilo de Camilla nos pone directamente en contacto con la mente del personaje y presenciamos los acontecimientos según el prisma de estos".

Para seguir con la tradición, Camilla Lackberg hace uso de su interesante forma narrativa - una bien construida tercera persona en estilo directo libre - en esta segunda entrega. A mi modo de ver lo mejor que tienen estos libros, más destinados a convertirse en superventas que a pasar a la historia, son sus cuidados personajes, a los que podemos llegar sin ningún problema, a pesar de no estar escritos en primera persona, el estilo de Camilla nos pone directamente en contacto con la mente del personaje y presenciamos los acontecimientos según el prisma de estos.
En general es una novela más de misterio, pero tengo que reconocer que la trama criminal me ha parecido mejor hilada y más llamativa que la de la primera parte. A pesar de ser un "libro de metro", no pude parar de leerlo hasta el final y eso que a medida que avanzaba por las páginas me parecía que no sucedía absolutamente nada, una sensación bastante común en novelas de intriga.

"¿En todas las comisarias de todos los libros tiene que haber uno que piensa y todos los demás incompetentes?".

La autora sin duda tiene sus artimañas y funcionan a la perfección. Los personajes cumplen e interesan, son personas naturales y bastante cálidas que contrastan con el ambiente frío en el que habitan. Hay mucho contraste entre ciertos personajes, ya que Patrick, su protagonista la mayoría de las veces piensa con acierto pero siempre sale algún compañero de turno a retrasar la investigación. Es un recurso algo visto, ¿en todas las comisarias de todos los libros tiene que haber uno que piensa y todos los demás incompetentes?
A pesar de todo, los libros de Lackberg me gustan, reconozco que no son ni muy profundos, ni muy originales, pero tienen algo que les hace atractivos y sin duda alguna me embarcaré en la tercera parte muy pronto.

El aturdimiento le impidió saber si debía sentir miedo o alivio. De hecho sentía una mezcla de ambos: ya dominaba el uno, ya dominaba el otro.

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